Hace un tiempo vi en El Encantador de Perros cómo César Millán forzaba una presentación pacífica entre dos perros. Cogía al perro a presentar en brazos, con la cabeza hacia atrás y el trasero hacia delante, y se lo acercaba al resto de perros. Para ellos, cuando ya te han olido tus partes, ya sois conocidos y ya no hay nada que temer.
Sé que esto con un jerbo no se puede hacer, pero se me ocurre que tal vez se pueda hacer algo parecido. Cogiendo el jerbo a presentar y acercándolo a los demás, con cuidado para que no se ataquen ni se/te muerdan, y repitiendo el proceso muchas veces durante un tiempo, puede que el proceso del territorio neutro resulte mejor.
Yo no lo he hecho nunca, aunque puede que lo pruebe dentro de poco con un nuevo jerbo que tengo que adoptar. Dejo mi idea para que la juzguen los más experimentados.